viernes, 29 de mayo de 2009

*


mi hombre amarillo
ha iniciado de raíz
una tierra naturalmente
sumergida en un pequeño acuario
que encontró dentro de mí
.-

miércoles, 27 de mayo de 2009

Lluvia en la parra


Cae y decae el fruto,
la cereza popular de festines
que rodará por mi boca un día,
si te amaneces conmigo
como pétalo en los labios de una golondrina.
Cae y decae la lluvia sobre la parra
se moja la clorofila y se humedecen mis instantes
los tuyos, los instantes cómplices de este invierno
que se avecina por esta ventana empañada por vaho
de una supuesta primavera, muy supuesta primavera.

martes, 26 de mayo de 2009

Manual de Tejidos

Dolores en un cuerpo,
que se construye a tacto como un telar:
emocionalmente absurdo
y por mi parte
imposible de pintar.
Porque revolcarse conmigo es dadaísta,
es como calentarse con la hermana;
suena hasta Edípico.
La palabra y el susurro son tan
impresionistas que seguramente
usted quiere cojerse a una puta linda.

Y lo entiendo
le incomoda morderme,
si debe ser como culiarse a una sobrinita.

viernes, 22 de mayo de 2009

Puta vestida de Puta (a Gonzalo)

Esa noche fui una teoría.
Tres masturbaciones por día (y noche)
fetiches en los ojos ajenos.
Te ví, me viste
¿cuántas canciones se necesitan para rozarse?
Me entregué a tu boca,
como su locura le entregan los poetas a las letras,
conchudos,
filósofos,
locos,
desadaptados.
Jazz.
Sumergiste tu lengua, a Cortázar, Rayuela,
Capítulo 7 en mi boca.
Vibré.
Sacaste a Shakespeare en un pucho,
y yo te iba encontrando lo argentino,
aquello...
Te introduje mis versos húmedos
y hasta una risa solté por tu taquicardia.
Me rogaste volverme a ver,
no se por qué me negué
Te fuiste con una lágrima en el ojo izquierdo
yo con una culpa de puta,
cabaret, burdel y todo eso

Por ser Poeta

discípulo de Neruda
puede venir y pedir
una charla en un café
a dos cuadras de un motel
para saciar su piel
y volver a escribir?




Estos conchudos
poetas del hoy,
de nicotina y cafeína.

lunes, 18 de mayo de 2009

Lunes


Es lunes, todos comienzan, pero ella
quiere finalizar. Sumisa, fría, tranquila,
perpetua; con una gris neblina en la garganta.
Nadie la mira, es una mancha más de este telar
llamado Santiago, donde sólo realzan su belleza
las acuarelas. Nadie la ama, pero ella persiste en
su sentimiento un loco amor hacia dos sujetos
que sí la observan en la esquina de una calle.
Ellos sí la aman, y hasta le dedican picardía, primero
un pelirrojo le guiña el ojo;
ella se siente querida,
luego otro verde le guiña el ojo,
y se siente aún más incorporada a este telar.
Así se queda en las esquinas noche y día,
sumisa, fría, tranquila y perpetua, esperando
que aquel hombre pelirrojo avance, y que aquel
hombre verde la espere.
Un loco amor a un semáforo.

jueves, 14 de mayo de 2009

Voyerismo


Y observar desde ese pequeño catalejo
cómo mordía las estrellas sigilosas de su piel,
salivando las cerezas; y estrellando su boca
como nave de luna, se mezcló con esa evaporación
de dos cuerpos que han batallado una guerra
de dolores y gemidos,
donde la sangre más dulce es
la que navega por esas venas finitas y extasiadas.
Viajan juntos, se consumen y consuman.
Él la mira, ritualidad de árbol,
Ella lo disfruta como musa rayada de noche
y se humede los dedos con vaho de fémina elocuente.

Entra en su boca
por delante y por detrás.

martes, 12 de mayo de 2009

Agua sexuaL

Estaban allí, esperándose con colores
rojizos. Eran dos violines matándose a gemidos
sin manos. La flaca era la varilla que hacía
un vaivén en el mojado cuerpo de abajo que
sentía como la ventanilla de sus órganos se incendiaba.
Ella se aburrió de sentir música y quiso mirar boca abajo
por su ombligo que era un catalejo universal.
Él reía, le convenía que ella conociera el mundo con la vista,
y abanicara con sus pestañas su entrepiernas.
En ese momento las partículas de su piel fueron formando
constelaciones.
-"hay que soplar este saxofón"
Hizo la música con sus labios y estalló el big bang,
la Big Band descordinó todos sus acordes; abrió sus ojos
y cayó rendido, como muerto por una herida de pieles cortopunzantes.

Murió, y todo eso pasó
gracias a esta agua sexual.. ¿y cómo no? si
un día de lluvia se tocaron escuchando jazz.

Lluvia


Lo tenía allí,
respirándole en el cuello una conversación
de bestias.
No lo amaba, no lo amó ni tampoco lo amará,
pero quería simplemente tener algo más que
la nariz adentro suyo.
Llovía el centro,
humedeciendo nuestro centro
y con los dientes rastrillaba su boca,
en señal de desafío, en señal de poca inocencia
Y el juego de niña y mujer lo tenía completamente loco(...)

Un relámpago descose la falda del cielo,
una mano anuda toda humedad en celo.

domingo, 10 de mayo de 2009

Realidad

¿En qué momento comencé a dar los primeros
bostezos de un despreciable despertar?
Se abren lentamente mis pestañas, como
una pequeña persiana de ventana playera,
que tuvo mil inviernos y veranos para meditar
acerca de la inmortalidad de las jaivas, esas que
caminan lentito, como el abrir y cerrar de estas pestañas;
las mismas que no quieren colar en su ficción el olor
a pucho que flota en esta pieza.
¿En qué momento dejé de pensar en el hoy
y desgraciadamente me empecé a degradar por el ayer,
y a obsesionarme por el mañana?

sábado, 9 de mayo de 2009

Nocturno

Eres la primera que te me paseas por aquí
en mucho tiempo a la redonda:
«Víveme, víveme, yo soy inagotable»,
con tu absurda existencia al desnudo:
«has visto tú qué linda soy dímelo chico»
pequeños senos duros rompeolas y el juego de las nalguitas:
«me canso en todo, menos en esto»
Y apruebo lo de mulata canela que te dicen, el relajo ése de
«óyeme, enfermona, tú,que no somos de palo ni de hierros"
Vaya, como en cada uno de tus condenadas historias
jálate también aquí una conga del carajo.


Para variar es de Enrique Lihn

miércoles, 6 de mayo de 2009

Pétalo de saL


Aquí, en este parque,
en este mismo columpio
me siento una golondrina
ensimismada en su propia
primavera.
Y lo quiero nada más, si ya
lo tengo todo, un atardecer
de Mayo, unos temas de Pescado,
un coyac y el papel principal
en ninguna obra conocida.


Más que mujer, mujercilla
o mujerzuela: una niña silvestre.

domingo, 3 de mayo de 2009

"¿A qué viene esto de hablar asi como
se suda, el forcejeo por dar al cuerpo
lo que es de la memoria,
a traición la lepra de los que todavía quieren
-a su edad- hacerse recoger los pedazos del alma?"


Gotera
(Enrique Lihn)

Pasajes

La obsena virginidad obsede, su templete color
de rosa no deja de atraernos
como la miel a las moscas,
y zumbamos frenéticamente nuestros cantos,
en vuestro nombre y alabanza
oh señora de los cuernos del cielo y de las pequeñas
lesbianas que se nos ríen en la propia cara


"Señoritas"
(Enrique Lihn)