Esa noche fui una teoría.
Tres masturbaciones por día (y noche)
fetiches en los ojos ajenos.
Te ví, me viste
¿cuántas canciones se necesitan para rozarse?
Me entregué a tu boca,
como su locura le entregan los poetas a las letras,
conchudos,
filósofos,
locos,
desadaptados.
Jazz.
Sumergiste tu lengua, a Cortázar, Rayuela,
Capítulo 7 en mi boca.
Vibré.
Sacaste a Shakespeare en un pucho,
y yo te iba encontrando lo argentino,
aquello...
Te introduje mis versos húmedos
y hasta una risa solté por tu taquicardia.
Me rogaste volverme a ver,
no se por qué me negué
Te fuiste con una lágrima en el ojo izquierdo
Tres masturbaciones por día (y noche)
fetiches en los ojos ajenos.
Te ví, me viste
¿cuántas canciones se necesitan para rozarse?
Me entregué a tu boca,
como su locura le entregan los poetas a las letras,
conchudos,
filósofos,
locos,
desadaptados.
Jazz.
Sumergiste tu lengua, a Cortázar, Rayuela,
Capítulo 7 en mi boca.
Vibré.
Sacaste a Shakespeare en un pucho,
y yo te iba encontrando lo argentino,
aquello...
Te introduje mis versos húmedos
y hasta una risa solté por tu taquicardia.
Me rogaste volverme a ver,
no se por qué me negué
Te fuiste con una lágrima en el ojo izquierdo
yo con una culpa de puta,
cabaret, burdel y todo eso
cabaret, burdel y todo eso
No hay comentarios:
Publicar un comentario