lunes, 18 de mayo de 2009

Lunes


Es lunes, todos comienzan, pero ella
quiere finalizar. Sumisa, fría, tranquila,
perpetua; con una gris neblina en la garganta.
Nadie la mira, es una mancha más de este telar
llamado Santiago, donde sólo realzan su belleza
las acuarelas. Nadie la ama, pero ella persiste en
su sentimiento un loco amor hacia dos sujetos
que sí la observan en la esquina de una calle.
Ellos sí la aman, y hasta le dedican picardía, primero
un pelirrojo le guiña el ojo;
ella se siente querida,
luego otro verde le guiña el ojo,
y se siente aún más incorporada a este telar.
Así se queda en las esquinas noche y día,
sumisa, fría, tranquila y perpetua, esperando
que aquel hombre pelirrojo avance, y que aquel
hombre verde la espere.
Un loco amor a un semáforo.

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